Amanece en el hogar del emperador
Kuzco, y una nueva rutina mañanera transcurre, suena su inigualable reloj que tiene entre si como tono de alarma su voz entonando una canción, con la cual suele recorrer su hogar para despertar a todos sus empleados, estos aunque no desean levantarse, deben cumplir con sus deberes, así que no tiene remedio más que levantarse de la cama, uno de ellos realiza su baño, y mientras este se sumerge en el jabón.
Recuerda que su repertorio de
trofeos es un gran orgullo, sin embargo, para el nada es suficiente y decide que deberá plantearse una nueva
competencia, esta se trata de las carreras olímpicas, aquí deberá superar un sin número de
obstáculos, pero también debes tomar en cuenta el tiempo, así que debes ser muy rápido, pues el tiempo transcurre y en cada minuto de pierde un record para este joven, quien no lo tolera de forma muy pasiva.